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Bienestar

Sudores nocturnos: ¿Cuáles son las enfermedades que los causan?

Si está experimentando sudores nocturnos persistentes o preocupantes, no dude en consultar a un médico

Los sudores nocturnos, también conocidos como hiperhidrosis nocturna, son una condición en la que una persona suda excesivamente durante la noche mientras duerme. Esta condición puede ser incómoda y afectar la calidad del sueño. Los sudores nocturnos pueden ocurrir de forma regular o episódica, y pueden ser leves o intensos.

Se caracterizan por una sudoración profusa que ocurre durante la noche, a menudo empapando la ropa de cama y la pijama del individuo. Esto puede llevar a despertarse con frecuencia durante la noche, lo que a su vez puede causar fatiga y problemas de concentración durante el día.

Aunque pueden ser molestos, en la mayoría de los casos no son un signo de una enfermedad grave. Sin embargo, en algunos casos, los sudores nocturnos pueden ser un síntoma de una afección médica subyacente.

Causas comunes de los sudores nocturnos

  • Estrés y ansiedad: Pueden activar la respuesta del cuerpo al estrés, lo que puede provocar sudores nocturnos.
  • Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los antidepresivos, los medicamentos para la presión arterial y los medicamentos para la diabetes, pueden causar sudores nocturnos como efecto secundario.
  • Problemas de sueño: Trastornos del sueño como la apnea del sueño pueden causar sudores nocturnos.
  • Síndrome de la fatiga crónica: Esta afección puede causar sudores nocturnos, entre otros síntomas.
  • Menopausia: Los cambios hormonales durante la menopausia pueden causar sudores nocturnos.
síntomas de la menopausia
Foto: Freepik

Enfermedades asociadas a los sudores nocturnos

Menopausia

Esto se debe a que los niveles de estrógeno disminuyen, lo que puede provocar que el sistema nervioso autónomo se vuelva más sensible a los cambios de temperatura. Los sudores nocturnos pueden ser un síntoma común de la menopausia y, por lo general, mejoran con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta a los cambios hormonales.

El cáncer

Los sudores nocturnos pueden ser un síntoma de ciertos tipos de cáncer, como el linfoma, la leucemia y el cáncer de próstata. Esto se debe a que el cáncer puede causar cambios en el sistema inmunológico y hormonal del cuerpo, lo que puede provocar sudores nocturnos. Es importante tener en cuenta que los sudores nocturnos no siempre son un signo de cáncer, pero si persisten o se acompañan de otros síntomas, se debe consultar a un médico.

Las infecciones

Algunas infecciones, como la tuberculosis, la endocarditis (infección de la válvula cardíaca) y la infección por VIH, pueden causar sudores nocturnos. Esto se debe a que las infecciones pueden provocar cambios en la temperatura corporal y la respuesta inmune, lo que puede resultar en sudores nocturnos.

Por qué algunas personas sudan en la cara pero no en el cuerpo
Foto: Freepik

La tuberculosis

Esto se debe a que la infección puede provocar cambios en la temperatura corporal y la respuesta inmune, lo que puede resultar en sudores nocturnos. Otros síntomas de la tuberculosis pueden incluir tos, fiebre y pérdida de peso.

El VIH/SIDA

El VIH/SIDA puede causar sudores nocturnos, especialmente a medida que la enfermedad progresa. Esto se debe a que el VIH puede afectar el sistema inmunológico y provocar cambios en la temperatura corporal. Los sudores nocturnos pueden ser un síntoma temprano de la infección por VIH.

Tratamiento de los sudores nocturnos

El tratamiento de los sudores nocturnos dependerá de la causa subyacente. Si los sudores nocturnos se deben a una afección médica, el tratamiento se enfocará en abordar esa afección. Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  • Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los antidepresivos o los medicamentos para la diabetes, pueden ayudar a controlar los sudores nocturnos.
  • Terapia hormonal: Para las mujeres en menopausia, la terapia hormonal puede ayudar a aliviar los sudores nocturnos.
  • Cambios en el estilo de vida: Practicar técnicas de relajación, mantener una temperatura fresca en el dormitorio y usar ropa de cama transpirable pueden ayudar a aliviar los sudores nocturnos.
  • Tratamiento de la afección subyacente: Si los sudores nocturnos se deben a una enfermedad como el cáncer o la tuberculosis, el tratamiento se enfocará en abordar esa afección.
medicamentos
Foto: Freepik

Consejos para manejar los sudores nocturnos

  • Mantener una temperatura fresca en el dormitorio, alrededor de 18-20 grados Celsius.
  • Usar ropa de cama y pijamas de materiales transpirables, como algodón.
  • Ducharse antes de acostarse para refrescar el cuerpo.
  • Evitar el consumo de alcohol y cafeína antes de acostarse.
  • Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, para reducir el estrés.
  • Mantener un diario de sueño para identificar posibles patrones o desencadenantes.
  • Consultar a un médico si los sudores nocturnos persisten o se acompañan de otros síntomas.
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Esta es la vitamina que te falta si no puedes dormir en las noches

A menudo conocida como la “vitamina del sol”, la vitamina D desempeña un papel crucial en la regulación del ciclo del sueño. Nuestro cuerpo la produce cuando estamos expuestos a la luz solar directa, pero muchas personas no obtienen suficiente debido a estilos de vida sedentarios o la falta de exposición al sol.

La falta de vitamina D puede afectar negativamente la calidad y la duración del sueño. Puedes experimentar dificultad para conciliar el sueño, despertarte con frecuencia durante la noche o tener un sueño ligero e inquieto. Además, también está relacionada con la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.

alcohol / dormir
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Entonces, ¿cómo puedes asegurarte de obtener suficiente vitamina D para mejorar tu sueño? Aquí hay algunas recomendaciones:

  • Exposición al sol: Intenta pasar tiempo al aire libre durante las horas en las que el sol es más fuerte. Recuerda protegerte adecuadamente con protector solar, pero permite que tu piel se exponga a la luz solar directa.
  • Alimentos ricos en vitamina D: Incorpora alimentos ricos en vitamina D en tu dieta, como pescados grasos (salmón, caballa, atún), huevos, lácteos fortificados y champiñones.
  • Suplementos de vitamina D: Si no puedes obtener suficiente vitamina D a través de la exposición al sol y la dieta, considera tomar suplementos bajo la supervisión de un profesional de la salud.

Recuerda que es importante consultar a un médico o nutricionista antes de comenzar cualquier suplementación para determinar tus necesidades individuales.

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