Mareos al despertar: ¿cuáles son las causas y cuándo preocuparse?
Si son persistentes, están acompañados de otros síntomas, no ignores las señales de tu cuerpo
¿Alguna vez te has levantado por la mañana con mareos o sintiéndote inestable? Este síntoma es más común de lo que parece y, aunque la mayoría de las veces no es motivo de alarma, podría ser indicativo de otros problemas de salud. Entender las causas detrás de los mareos al despertar y saber cuándo buscar ayuda médica es esencial para cuidar de tu bienestar.
Causas comunes de los mareos al despertar
Deshidratación
La falta de líquidos en el cuerpo puede provocar una caída en la presión arterial, causando mareos al despertar. Esto ocurre especialmente si no has bebido suficiente agua durante el día o si has sudado mucho. Al estar deshidratado, el volumen de sangre disminuye, dificultando la tarea del corazón para bombear sangre al cerebro al levantarte.
Baja presión arterial
La hipotensión ortostática es una caída súbita de la presión arterial al ponerse de pie rápidamente, lo que puede causar mareos o incluso desmayos. Ocurre con mayor frecuencia en personas mayores, aunque también puede afectar a jóvenes, especialmente si han estado acostados durante mucho tiempo.
Trastornos vestibulares
El equilibrio está controlado en gran parte por el sistema vestibular, ubicado en el oído interno. Si este sistema está afectado, como ocurre con la enfermedad de Ménière o el vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), puedes sentir mareos o vértigo al moverte por la mañana.
Medicamentos
Algunos medicamentos tienen como efecto secundario la aparición de mareos. Entre ellos están los antihipertensivos, diuréticos, tranquilizantes y ciertos antidepresivos. Si estás tomando algún medicamento, revisa los efectos secundarios y consulta con tu médico si sospechas que está relacionado con tus mareos.
Problemas de salud subyacentes
Varios problemas médicos pueden causar mareos al despertar. Entre ellos se encuentran la diabetes, que puede provocar fluctuaciones en los niveles de azúcar, y enfermedades cardíacas, que afectan el volumen de sangre y la presión arterial. Incluso la apnea del sueño podría ser un factor contribuyente.
¿Cuándo preocuparnos por los mareos?
Aunque los mareos ocasionales no suelen ser graves, hay situaciones en las que no deben ignorarse. Estos son algunos casos que requieren atención médica.
Mareos persistentes
Si los mareos no desaparecen o se presentan de manera recurrente durante varios días, es hora de buscar ayuda. Podrían ser indicio de un problema que necesita atención, como una infección o un desbalance químico.
Síntomas acompañantes alarmantes
¿Los mareos vienen junto con dolor en el pecho, dificultad para hablar, visión borrosa o pérdida de equilibrio repentina? Estos síntomas pueden ser señales de problemas graves como un derrame cerebral o un ataque cardíaco. Busca asistencia médica de inmediato si experimentas algo similar.
Factores de riesgo
Cuestiones como la edad avanzada, antecedentes familiares de enfermedades cardíacas o neurológicas, y condiciones preexistentes como diabetes o hipertensión, aumentan el riesgo de complicaciones. Si perteneces a un grupo de riesgo y experimentas mareos frecuentes, consulta a un médico aunque los síntomas parezcan leves.
Prevención de mareos al despertar
Afortunadamente, hay formas de reducir la posibilidad de sentir mareos al levantarte. Estas estrategias son simples y efectivas.
Hidratación adecuada
Beber suficiente agua a lo largo del día es clave. Trata de consumir al menos 8 vasos diarios y evita el exceso de cafeína o alcohol, ya que pueden deshidratarte. Antes de dormir, asegúrate de estar bien hidratado, especialmente si hace calor o has hecho ejercicio.
Levantarse con cuidado
Evita levantarte de golpe, especialmente si has estado acostado durante mucho tiempo. Comienza sentándote en la cama por unos segundos antes de ponerte de pie. Esto permite que tu cuerpo se adapte y evita caídas repentinas en la presión arterial.
Chequeos médicos regulares
Mantener visitas periódicas al médico ayuda a identificar problemas de salud antes de que se agraven. Desde chequeos de presión arterial hasta análisis de sangre, estos exámenes pueden revelar factores que contribuyen a los mareos. Además, permiten ajustar cualquier tratamiento o medicamento que pueda estar causando el problema.
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