Entrevista a una Ninfómana: «Solo busco sexo y placer»
Axel, una mujer de 36 años, ha vivido como ninfómana desde su adolescencia. A lo largo de su vida, ha enfrentado el estigma y el juicio de los demás, pero con la ayuda de un especialista y su esposo, ha aprendido a vivir con su condición de manera serena. En esta entrevista, Axel se abre sin tabúes para arrojar luz sobre la ninfomanía, una enfermedad poco conocida por el público en general.
¿Qué es la ninfomanía?
La ninfomanía se caracteriza por un deseo constante de actividad sexual. A diferencia de una persona que simplemente disfruta del sexo, una ninfómana tiene pensamientos y vive en función del sexo. Para una ninfómana, el simple encuentro con un hombre despierta su deseo sexual y su vagina se lubrifica ante la sola idea de lo que hará con él.
La ninfomanía no es un estado constante, pero puede desencadenar crisis, especialmente durante la ovulación. Durante estas crisis, el deseo sexual se vuelve más problemático.
La masturbación también juega un papel importante en la vida de una ninfómana. Axel confiesa que se masturba varias veces al día e incluso lleva consigo una ropa interior vibrante que le provoca orgasmos tan intensos que debe detenerse para poder continuar caminando.
Orígenes de la ninfomanía
Axel siempre ha sentido predisposición hacia la ninfomanía. Desde los 12 hasta los 15 años, se masturbaba todas las noches, por las mañanas y durante el día, a veces a un ritmo aún más acelerado, dependiendo de las miradas lujuriosas que recibía debido a su forma de vestir o las poses supuestamente accidentales que adoptaba.
A los 18 años, Axel tuvo un novio que apreciaba su exhibicionismo. Para su cumpleaños número 20, él le organizó una fiesta muy especial. Al llegar, Axel se encontró con una multitud y su novio le anunció que le regalaba veinte hombres solo para ella. Aunque Axel podría haber rechazado la propuesta, decidió quedarse y disfrutar de lo que estaba por suceder. Esta «fiesta» duró cerca de diez horas y Axel confiesa que disfrutó enormemente de la experiencia.
Ninfomanía y placer
La ninfomanía lleva a Axel a tener relaciones sexuales con hombres que normalmente no le atraerían. Se trata de sexo por sexo, algo compulsivo. Para ella, el sexo es tan necesario como respirar.
De acuerdo con el psicólogo que Axel consultó, existen dos tipos de ninfómanas. Por un lado, están aquellas que buscan placer a través de múltiples encuentros sexuales, pero rara vez o nunca lo encuentran. Por otro lado, están aquellas que experimentan orgasmos múltiples o ininterrumpidos y, una vez que llegan al clímax, solo desean mantenerlo. Para estas últimas, el orgasmo les brinda una sensación de euforia y les permite olvidarse de todo. Axel se identifica con esta segunda categoría.
Ninfomanía y amor
Para una ninfómana, es imposible mantener una relación monógama. La necesidad de sexo es tan fuerte que una sola pareja no puede satisfacerla completamente.
Axel cuenta que su primer novio, quien la introdujo en el mundo de la ninfomanía, la dejó debido a su condición. Sin embargo, once años atrás, durante una fiesta en la que tenía dos amantes al mismo tiempo, uno de ellos le atrajo más allá de lo sexual. Afortunadamente, él sentía lo mismo y desde entonces nunca se han separado. Él es el único hombre que ha amado a Axel tal como ella es, sin necesidad de que cambie. A pesar de esto, Axel disfruta de una libertad sexual total que su pareja acepta sin ningún problema.
A diferencia de lo que algunos podrían pensar, Axel no busca afecto en sus encuentros sexuales casuales. Solo busca sexo y placer, ya que emocionalmente se siente plena al lado de su pareja.
Ninfomanía y sufrimiento
Aunque Axel no siente culpa por su condición, durante mucho tiempo se sintió incómoda debido a las miradas y los comentarios de los demás.
Ha experimentado burlas, pero en menor medida. Sin embargo, ha enfrentado muchas envidias, principalmente de mujeres casadas que temen que les quite a sus maridos o de mujeres solteras que sienten que los hombres solo tienen ojos para ella.
Axel ha mantenido oculta su ninfomanía a su familia. No lo hace por vergüenza, sino por temor a causarles sufrimiento. No todos comprenden su forma de vida.
La ninfomanía puede provocar la pérdida de amistades. Sin embargo, desde que está en pareja, las cosas han mejorado. Su esposo le brinda seguridad y ella se esfuerza por encontrarse solo con hombres que no tienen relación con sus esposas.
La ninfomanía no es una desviación sexual. Las ninfómanas no son depravadas ni viciosas, simplemente son mujeres cuyo apetito sexual es insaciable. Al igual que cualquier otra enfermedad, la ninfomanía es una patología que puede llevar a un gran sufrimiento, principalmente debido al juicio de los demás.
El testimonio de Axel nos permite comprender mejor la vida de una ninfómana y desmitificar algunas ideas equivocadas. Aunque su condición le impide tener una relación monógama, ha encontrado la felicidad al lado de su pareja, quien la acepta y la ama tal como es. La ninfomanía es solo una parte de la vida de Axel, y ella se niega a cambiar si eso significa dejar de vivir plenamente.
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