Así actúa el alcohol en nuestro cerebro
El etanol o alcohol etílico, que está presente en todas las bebidas alcohólicas, es el principal causante del deterioro que sufre el cerebro de los seres humanos. El primer síntoma del consumo exagerado de alcohol son los trastornos psíquicos, es por eso que las personas alcohólicas pueden desarrollar enfermedades severas como la psicosis, con episodios de alucinaciones parciales o delirios complejos, y ello les lleva a evadir la realidad parcial o completamente.
Así mismo, esas alucinaciones o esos delirios posteriores a la ingesta de alcohol, que se superan con las horas, permiten alteraciones de la conducta, comportamiento errático generalizado, con altas y bajas pronunciadas en el estado de ánimo, y hasta potencial violencia. Todo lo anterior son daños reversibles, sin embargo dejan de serlo al asociarse con trastornos de la memoria, con fallos leves o agudos al momento de recordar eventos pasados, incluso recientes, que hacen que la persona estuviera alcoholizada todo el tiempo.
La demencia alcohólica es la última etapa por la que pasan quienes tienen problemas con el alcohol. Incluso, existe un nombre específico para nombrar este problema que se caracteriza por el abandono de la higiene personal, una personalidad arisca y agresiva, y la incapacidad de ser el mismo que antes.
Finalmente, el consumo excesivo de alcohol puede desarrollar trastornos permanentes como: el desarrollo de trastornos emocionales, problemas mentales, destrucción de neuronas, daños en el hipocampo, episodios de psicosis y pérdida de memoria.
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