Un estadounidense se despierta durante la extracción de sus órganos
Es posible que los cuidados intensivos y las condiciones específicas hayan influido en las evaluaciones, afectando la precisión de los resultados.
Anthony Thomas «TJ» Hoover II, un hombre de 36 años, fue declarado clínicamente muerto en 2021 tras sufrir un paro cardíaco causado por una sobredosis. Sin embargo, al momento de iniciar la extracción de sus órganos para la donación, Hoover comenzó a mostrar signos de vida, lo que obligó al equipo médico a detener el procedimiento. El paciente comenzó a moverse y a llorar, sorprendiendo tanto a su familia como al personal médico presente.
Para confirmar la muerte cerebral, se deben realizar pruebas que aseguren la ausencia completa de actividad neurológica durante un tiempo determinado. En el caso de Hoover, estas pruebas indicaban que no había respuesta cerebral, pero este incidente plantea la posibilidad de que el cerebro pueda recuperarse en situaciones extremas.
Las sustancias consumidas
Es posible que los cuidados intensivos y las condiciones específicas hayan influido en las evaluaciones, afectando la precisión de los resultados. Una hipótesis es que las sustancias consumidas por Hoover podrían haber alterado los resultados de las pruebas neurológicas, ralentizando el daño cerebral. En casos de intoxicación grave, el metabolismo cerebral puede reducirse, lo que podría explicar la aparición tardía de los signos vitales. Factores como la hipotermia también pueden facilitar una reactivación inesperada de la actividad cerebral.
A raíz de una denuncia realizada por Nyckoletta Martin en NPR, se ha iniciado una investigación estatal y federal sobre los protocolos para la donación de órganos en circunstancias tan inusuales. Las autoridades revisan cada etapa del proceso que llevó a considerar a Hoover como candidato para la donación mientras aún mostraba signos vitales.
Sigue enfrentando problemas de memoria
La organización responsable, Kentucky Organ Donor Affiliates (KODA), ha defendido su actuación, asegurando que siguieron los protocolos adecuados y que la declaración de muerte cerebral cumplía con los criterios establecidos. Además, han negado haber solicitado que otro cirujano realizara el procedimiento cuando el primero detectó signos claros de vida.
Actualmente, TJ Hoover continúa en proceso de recuperación, bajo el cuidado de su hermana. Aunque sigue enfrentando problemas de memoria, habla y movilidad, ha logrado avances significativos y cada vez lleva una vida más normal.
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