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Bienestar

Hábitos que debes hacer cada día para no morir de un infarto

Recuerda que cada persona es única y puede requerir un enfoque individualizado para cuidar su corazón

El infarto es una de las principales causas de muerte en muchas partes del mundo. Sin embargo, adoptar ciertos hábitos saludables puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de sufrir uno. A continuación, te presentamos cuatro hábitos esenciales que debes hacer cada día para mantener tu corazón saludable y protegido:

1. Alimentación balanceada

El primer hábito fundamental para cuidar tu corazón es seguir una alimentación balanceada y saludable. Esto implica incluir en tu dieta diaria una variedad de alimentos que sean beneficiosos para tu corazón. Opta por una dieta rica en frutas frescas, verduras, granos enteros y proteínas magras, como el pescado y las aves. Estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales y antioxidantes que ayudan a mantener tu corazón en buen estado de salud.

Evita los alimentos procesados y las comidas rápidas que suelen ser altos en grasas saturadas, grasas trans y azúcares refinados. Estos pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. En su lugar, elige opciones saludables como los frutos secos, las semillas, las legumbres y los lácteos bajos en grasa. Además, reduce el consumo de sal y controla la cantidad de sodio en tus comidas, ya que el exceso de sal puede elevar la presión arterial.

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Foto: Freepik

2. Actividad física regular

El segundo hábito esencial para mantener un corazón sano es realizar actividad física regularmente. La falta de ejercicio regular puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, ya que el sedentarismo debilita el corazón y favorece la acumulación de grasa en las arterias.

Dedica al menos 30 minutos al día a actividades físicas que te gusten y se adapten a tus habilidades y preferencias. Puedes optar por caminar, correr, nadar, andar en bicicleta o hacer ejercicio en el gimnasio. Lo importante es mantener tu cuerpo activo y en movimiento, ya que el ejercicio fortalece el corazón, mejora la circulación sanguínea y ayuda a controlar el peso corporal.

Si llevas una vida sedentaria, comienza de a poco e incrementa gradualmente la intensidad y la duración de tus sesiones de ejercicio. Consulta con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de actividad física, especialmente si tienes alguna condición médica preexistente.

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Foto: Freepik

3. Control del estrés

El estrés crónico puede tener un impacto negativo en la salud del corazón. Por eso, es importante que incluyas en tu rutina diaria técnicas y actividades que te ayuden a controlar y reducir el estrés. El estrés prolongado puede aumentar la presión arterial, elevar los niveles de colesterol y contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas.

Existen diversas formas de manejar el estrés, como practicar técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación. También es beneficioso realizar actividades que te gusten y te ayuden a distraerte, como leer un libro, escuchar música, pintar o pasar tiempo con tus seres queridos. Además, asegúrate de dormir lo suficiente cada noche, ya que el descanso adecuado es vital para la salud en general y la recuperación del corazón.

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Foto: Freepik

4. Dejar de fumar

El hábito de fumar es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardíacas. El tabaco contiene sustancias tóxicas que dañan las arterias, aumentan la presión arterial y reducen el flujo sanguíneo hacia el corazón. Si eres fumador, es crucial que abandones este hábito lo antes posible para proteger tu corazón y mejorar tu salud en general.

Busca apoyo profesional para dejar de fumar, como acudir a un médico. También puedes utilizar estrategias como reemplazar el cigarrillo por chicles de nicotina, parches o inhaladores. Recuerda que dejar de fumar no solo beneficia a tu corazón, sino también a tus pulmones, tu piel y tu calidad de vida en general.

Recuerda que estos hábitos son solo algunas recomendaciones generales, y es importante consultar a un profesional de la salud para obtener una evaluación personalizada. Cada persona es única y puede requerir un enfoque individualizado para cuidar su corazón de la mejor manera posible.

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MaBe Doval
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