¿Qué sucede cuando dejas de tener relaciones sexuales? 4 cambios que podrían ocurrir en tu cuerpo

Las relaciones sexuales son una parte importante de la vida de muchas personas, y se sabe que tienen una variedad de beneficios para la salud física y mental. Pero, ¿qué sucede cuando dejas de tener relaciones sexuales? En este artículo de Revista Mag, exploraremos cuatro cambios que podrían ocurrir en tu cuerpo si decides hacer una pausa en tu vida sexual.

Disminución del deseo sexual

Una de las consecuencias más comunes de dejar de tener relaciones sexuales es la disminución del deseo sexual. Si bien esto puede ser temporal, algunas personas pueden notar una disminución permanente en el deseo sexual. Esto puede deberse a una variedad de factores, como cambios hormonales o psicológicos.

Los cambios hormonales pueden afectar la producción de hormonas sexuales, como la testosterona, que juegan un papel importante en el deseo sexual. Además, factores psicológicos, como el estrés o la ansiedad, pueden afectar tu estado de ánimo y disminuir tu deseo sexual. Si notas una disminución significativa en tu deseo sexual, es importante hablar con tu médico para determinar la causa subyacente.

Cambios en el ciclo menstrual

Otro cambio que algunas mujeres pueden experimentar es una alteración en su ciclo menstrual. Esto puede ser causado por una variedad de factores, como cambios hormonales o estrés. Algunas mujeres pueden notar un aumento o disminución en la duración o cantidad de sangrado menstrual. Si experimentas cambios significativos en tu ciclo menstrual, es importante hablar con tu médico.

Los cambios hormonales pueden afectar la producción de hormonas reproductivas que regulan el ciclo menstrual. Además, el estrés puede afectar la producción de hormonas y alterar el ciclo menstrual. Si no tienes relaciones sexuales con regularidad, es posible que no ovules con tanta frecuencia, lo que puede alterar el ciclo menstrual. Habla con tu médico si experimentas cambios significativos en tu ciclo menstrual.

Menor riesgo de infecciones de transmisión sexual

Si dejas de tener relaciones sexuales, es probable que disminuya significativamente tu riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS). Las ITS son muy comunes en todo el mundo, y pueden tener consecuencias graves para la salud a largo plazo. Al evitar las relaciones sexuales sin protección, puedes protegerte contra estas infecciones.

Las ITS se transmiten principalmente a través del contacto sexual. Si decides hacer una pausa en tu vida sexual y no tienes relaciones sexuales sin protección, es menos probable que contraigas una ITS. Sin embargo, es importante recordar que algunas ITS, como el virus del papiloma humano (VPH), pueden transmitirse a través del contacto piel con piel y no necesariamente a través del contacto sexual. Habla con tu médico acerca de las formas en que puedes protegerte contra las ITS.

Aumento del estrés y la ansiedad

Si bien dejar de tener relaciones sexuales puede tener algunos beneficios para la salud, también puede tener algunos efectos negativos. Algunas personas pueden experimentar un aumento en el estrés y la ansiedad como resultado de una disminución en la liberación de ciertas hormonas que se producen durante las relaciones sexuales. Si experimentas un aumento en el estrés o la ansiedad después de dejar de tener relaciones sexuales, es importante hablar con tu médico.

Durante las relaciones sexuales, se liberan hormonas como la oxitocina y la endorfina, que pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad. Si dejas de tener relaciones sexuales, es posible que no experimentes esta liberación de hormonas con tanta frecuencia, lo que puede aumentar el estrés y la ansiedad. Habla con tu médico acerca de las formas en que puedes reducir el estrés y la ansiedad.

Dejar de tener relaciones sexuales puede tener una variedad de efectos en tu cuerpo, tanto positivos como negativos. Si estás pensando en hacer una pausa en tu vida sexual, es importante que comprendas los cambios que podrían ocurrir en tu cuerpo y que hables con tu médico si experimentas algún cambio significativo. Recuerda que cada persona es diferente y que los cambios que experimentes pueden ser diferentes a los de otra persona. Habla con tu médico para obtener más información sobre cómo puedes cuidar tu salud sexual y reproductiva.