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Estilo de vida

Los 8 errores que estás cometiendo al aplicar protector solar

¿Sabías que solo el 7% de la población usa bien la crema solar?

Todos necesitamos protección solar

Es un error pensar que si tenemos la piel oscura no necesitamos protección contra los rayos UV. Si bien es cierto que las personas de piel clara corren más riesgo de sufrir quemaduras solares, no significa que los otros tipos de piel no requieran de cuidados a los rayos del sol.

Por tanto, es importante usar con frecuencia la crema solar, aunque no seamos de tez blanca, dependiendo del día, es posible utilizar una crema con un factor de protección más bajo, pero jamás renunciar por completo.

¿Cómo y cuánta crema solar se debe utilizar?

Es importante aplicar la crema con la piel limpia y seca sin escatimar la cantidad, masajeando hasta que se absorba bien, dejando un aspecto suave y brillante. La cantidad adecuada debe ser de 2 mg por centímetro cuadrado, si se usa menos crema, el factor de protección también será menor, motivo por el que es muy importante no escatimar en la cantidad de crema si queremos que nuestra piel esté bien protegida.

También es importante saber que la mayoría de los protectores solares protegen durante unas dos horas, motivo por el que debe aplicarse varias veces durante el día después de la ducha o el baño y si se suda mucho.

¿Cuál es el mejor momento para aplicarlo?

El mejor momento depende del tipo de filtros que contenga: si utilizamos un protector solar con filtros físicos, es mejor usarlo directamente en el lugar de exposición al sol y no antes, esto se debe a que los filtros físicos actúan por refracción, son como una barrera que tamiza los rayos del sol, por lo que si nos aplicamos la crema mucho antes de salir, al momento de llegar ya se habrá agotado parte de la «barrera».

Por otro lado, si usamos bloqueador con filtros químicos, estos actúan por absorción, por lo que deben tener tiempo para penetrar profundamente en la piel para que tengan el máximo efecto. Por ello, deben aplicarse al menos 30 minutos antes de salir de casa.

Los ingredientes son muy importantes

Es importante prestar atención a los ingredientes y entender las etiquetas. En general, se recomiendan mucho más los filtros físicos, ya que tienen un perfil toxicológico más seguro que los filtros químicos, no interactúan con la piel y son potencialmente menos alergénicos, haciéndolos más adecuados para la delicada piel de los niños. Además, son más amigables con el medio ambiente.

Preste atención al PAO y a la fecha de caducidad

Los protectores solares, como todos los productos cosméticos, llevan en la etiqueta datos legales como el PAO y la fecha de caducidad según esta norma:

Para el caso de los cosméticos con una vida útil inferior a 30 meses, la fecha de caducidad debe estar en la etiqueta por ley. La fecha de caducidad indica la fecha hasta la que el producto podrá mantener sus propiedades en óptimas condiciones.

Si la vida útil de los cosméticos es superior a los 30 meses, no es obligatorio indicar una fecha de caducidad en la etiqueta, ya que entra en juego el PAO (Periodo después de la apertura), un sistema indicado por el símbolo de un pequeño tarro abierto en el que se especifica la vida útil del producto en número de meses después de su apertura.

Para el caso de los protectores solares, los filtros «envejecen» de un año a otro, esto quiere decir que pueden haberse debilitado y ser menos eficaces, motivo por el que se recomienda comprar protectores solares cada año, especialmente para la temporada de vacaciones.

La crema solar debe ser un hábito

Los rayos UV también atraviesan las nubes, por lo que es muy importante aplicarse crema solar no solo si no estás en la playa, ya que debe ser un hábito que esté en nuestro día a día, sin importar en donde nos encontremos. De hecho, aunque sea un día nublado, exponerse al aire libre sin protección solar puede causar daños en la piel.

No olvides aplicar en todas las áreas

Hay ciertas zonas de nuestro cuerpo que generalmente se olvidan y que requieren de protección solar. Las partes del cuerpo que menos se tienen en cuenta son las cejas, el nacimiento del pelo, detrás de las rodillas, el empeine, las axilas, los labios y los lóbulos de las orejas. Todas estas son zonas muy sensibles de las que solemos olvidarnos hasta que recibimos una buena quemadura de sol.

Cuida también de tu pelo

Se recomienda usar un aceite protector y reestructurante para mantenerlo suave, evitando la sequedad y la fragilidad para que no se encuentre deshidratado y estresado al final del día. Además, al llegar a casa, te recomendamos lavar tu cabello con un champú suave de uso frecuente y un acondicionador, también usa una mascarilla nutritiva.

El uso de sombrillas no es suficiente

Lastimosamente, los rayos del sol llegan a nuestra piel aunque estemos utilizando una sombrilla, ya que se reflejan en el suelo y la superficie del agua, sobre todo si tenemos la sombrilla cerca de la orilla. De hecho, la sombra proyectada por la sombrilla solo sirve para refrescarnos del calor, no para protegernos de las quemaduras solares.

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Dany Fernandez

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