Vitíligo: todo lo que necesita saber
El vitíligo es una enfermedad cutánea autoinmune que se caracteriza por un cambio natural del color de la piel, formando manchas blancas bien delimitadas que suelen aparecer con mayor frecuencia en la cara, el cuello, las manos y los pliegues cutáneos. La enfermedad no es contagiosa, por lo que aquellas viejas creencias son un mito que debe dejarse a un lado, tampoco es dolorosa ni peligrosa para la salud de los afectados. Numerosos estudios han demostrado que se presenta de igual forma tanto en hombres como mujeres y se calcula que afecta a cerca del 1% de la población mundial.
Vitíligo: esto es todo lo que necesita saber
Con respecto a las causas de la enfermedad, se dice que es producida por una falta de melanina en el organismo y las causas están relacionadas mayormente con una predisposición genética. Los dermatólogos que han investigado arduamente del tema consideran que también puede ser un signo de otras enfermedades autoinmunes como enfermedades de la tiroides, anemia perniciosa, enfermedad de Addison, diabetes mellitus, miastenia y alopecia areata.
Las pruebas han demostrado que estas zonas blancas de la piel son mucho más sensibles a la luz del sol, por lo que los pacientes son mucho más propensos a sufrir de quemaduras solares, motivo por el que los expertos recomiendan aplicar un bloqueador que tenga un alto factor de protección y renovarlo cada 3 horas si se va a estar constantemente expuesto al sol.
Por “suerte” es muy fácil notar la llegada del vitíligo, veamos cuáles son los síntomas más comunes de la enfermedad:
- Decoloración inesperada e indolora de zonas de la piel, siendo más propenso a aparecer en el rostro y las manos.
- Suele comenzar con blanqueamiento o encanecimiento prematuro del cabello, las pestañas, las cejas o la barba.
- Hay una severa pérdida de color en los tejidos que recubren el interior de la boca y la nariz llamadas membranas mucosas.
¿Hay alguna opción de tratamiento para el vitíligo?
Hasta el día de hoy no existen tratamientos que puedan curarlo por completo, pero sí hay opciones que aportan buenas mejoras. Los tratamientos difieren de un paciente a otro, todo depende de la extensión de las manchas y de la edad del paciente.
Si las lesiones solo están en zonas pequeñas, pueden aplicarse terapias locales con cortisona, fármacos biológicos o incluso derivados de la vitamina D.
Para el caso de lesiones muy extensas, se puede recurrir a la microfototerapia, una técnica que utiliza una fuente de luz ultravioleta que emplea los rayos UVB para dirigir las zonas afectadas por el vitíligo, ofreciendo buenos resultados.
Lo más importante para este tipo de casos es confiar en un buen dermatólogo que pueda aconsejarnos y darnos el mejor tratamiento.
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