Este matrimonio no tuvo sexo durante 12 años. El marido pide el divorcio y le obligan a pagar una manutención
En el informe final del caso se puede ver (entre muchas otras cosas) como la mujer asegura no haber sentido amor por su marido y como había pedido una increíble indemnización al acusarlo por haber sufrido supuestos daños y perjuicios.
Ante el encuentro con un juez, la mujer admitió que en todo el tiempo que estuvo casada, nunca sintió afecto real o especial hacia su marido. En la audiencia, el hombre había intentado culparla de una convivencia no funcional, a la que él consideraba toda una “pesadilla”.
Se ha llegado a la conclusión de que la falta de sexo no es un motivo válido que exima al hombre de la pensión alimenticia
El hombre pidió el divorcio alegando como motivo principal el hecho de que su mujer se había negado a tener relaciones sexuales durante 12 años, entre otras situaciones que le impedían mantenerse conforme dentro de la relación. Pese a su descontento, para los encargados de este caso la ausencia de sexo o discusiones frecuentes no son un motivo válido para evitar que tenga que comprometerse a pagar una manutención por las condiciones de la separación. La mujer no tuvo problema en decir que nunca había consumado el sexo dentro del matrimonio, ya que está segura de que nunca había sentido ningún tipo de afecto especial por su marido.
Cabe resaltar que la mujer tiene unos ingresos mensuales inferiores a los del hombre
Por este motivo, para la impresión de los jueces, la falta de sexo entre los esposos no es suficiente para ser considerada una razón válida que le permita a una de las dos partes quedar excepto del pago de la manutención alimenticia en caso de que se considere la posibilidad de dicha condición. La mujer, que actualmente se dedica a trabajar en un colegio como profesora, recibe ingresos muy inferiores a los de su marido, pero existen pruebas de que ella siempre ha contribuido con los gastos del hogar durante su unión.
Fue precisamente este último aspecto el que llevó a los jueces a tomar la decisión de no eximir al hombre de la pensión alimenticia pese a que trataba de culpar a su mujer por la amarga convivencia que resultaba compartir un hogar o una cama ante el constante rechazo sexual.
Ninguna sanción para la mujer
Además del pago de una mensualidad muy elevada tras el divorcio, la mujer había pedido en su contrademanda una indemnización de 300.000 euros. Al final, el juez llegó a la conclusión y dictaminó que la mujer recibiría una vez firmado el divorcio la suma de 1.250 euros cada mes, pero que no había motivos para concederle la increíble indemnización por daños y perjuicios.
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