Lleva 23 años viviendo en un crucero y revela el sorprendente precio de su estilo de vida
Imagina poder pasar cada día disfrutando de la brisa marina, contemplando el horizonte infinito y descubriendo nuevos rincones del mundo. Para Mario Salcedo, este sueño se ha convertido en realidad. Desde hace 23 años, este hombre ha elegido vivir a bordo de un crucero, convirtiéndose en el «rey de los cruceros» según el New York Times.
Después de una exitosa carrera en finanzas, Salcedo decidió dar un giro radical a su vida y embarcarse en una aventura permanente por los mares. Su historia es una muestra de que es posible encontrar la felicidad en los lugares más inesperados, incluso en lo que podría parecer una prisión flotante para algunos.
De las finanzas a la vida en alta mar
Mario Salcedo era un exitoso director financiero de una importante corporación multinacional. Durante casi 21 años, su vida se limitaba a viajar constantemente por América Latina, pasando más tiempo en hoteles que en su hogar en Miami. Agotado por este ritmo frenético, Salcedo decidió que era hora de hacer un cambio radical.
En 1997, a los 47 años, Salcedo renunció a su trabajo y empacó sus maletas para embarcarse en una nueva aventura. Su objetivo: viajar alrededor del mundo sin tener que salir de casa. Y así, se convirtió en un «nómada del mar», eligiendo vivir a bordo de un crucero de la compañía Royal Caribbean.
Encontró la felicidad en el mar
Desde entonces, Salcedo ha hecho del Voyager of the Seas su hogar. Según él, este estilo de vida le ha permitido eliminar todas las «actividades sin valor agregado» de su vida, como sacar la basura o lavar la ropa. Ahora, sus días transcurren navegando a su ritmo, rara vez desembarcando en los puertos y evitando las actividades grupales que suelen disfrutar la mayoría de los pasajeros.
«Las personas vienen aquí de vacaciones, pero yo estoy aquí para vivir mi vida. Soy el hombre más feliz del mundo», afirma Salcedo. Y es que, a pesar de las restricciones que puede conllevar vivir permanentemente en un crucero, este retirado ha encontrado la manera de sentirse libre y pleno.
Ser «Super Mario», el rey de los cruceros
A bordo del Voyager of the Seas, Salcedo ha logrado forjar una conexión especial con la tripulación, que lo ha bautizado cariñosamente como «Super Mario». Este apodo refleja el respeto y la admiración que los trabajadores del crucero sienten por este hombre que ha hecho del mar su hogar.
Según el documental de Lance Oppenheim, Salcedo pasa la mayor parte de su tiempo paseando por los pasillos y cubiertas del barco, disfrutando del espectáculo marino y relajándose a su manera. Su rutina se centra en coordinar y reservar sus próximas estancias a bordo, con hojas de cálculo repletas de información que demuestran su dedicación a este estilo de vida.
Estrategias para ahorrar en la vida a bordo
Vivir permanentemente en un crucero no es una tarea sencilla, y mucho menos económica. Sin embargo, Salcedo ha desarrollado varias estrategias para mantener sus gastos bajo control.
Una de sus principales tácticas es elegir cuidadosamente las temporadas para realizar sus viajes. Sabe que los precios suelen fluctuar según la época del año, por lo que programa sus estadías en los momentos más convenientes. Además, se ha suscrito a los programas de fidelidad de la compañía, lo que le permite acceder a tarifas más ventajosas.
Otra de sus estrategias es mantenerse cerca de los Caribe, evitando así los destinos más lejanos y costosos. Asimismo, ha optado por una cabina interior sin ventana, la opción más económica a bordo del crucero.
El precio de vivir en un crucero
A pesar de sus esfuerzos por ahorrar, la vida a bordo de un crucero no es precisamente barata. Según los cálculos de Salcedo, sus gastos diarios ascienden a aproximadamente 180 dólares (170 euros), incluyendo los pourboires al personal y las diversas tasas del barco.
Pero el mayor desembolso se encuentra en el alquiler de su cabina. Mientras que una cabina con balcón puede llegar a costar más de 93.000 euros al año, Salcedo ha optado por una opción más modesta, cuyo precio anual ronda los 66.460 euros.
Si bien estas cifras pueden parecer elevadas, Salcedo ha logrado ahorrar lo suficiente a lo largo de su carrera profesional para poder permitirse este estilo de vida. Y aunque pueda parecer una locura para muchos, para él es la forma perfecta de disfrutar de su retiro.
Adaptándose a los desafíos de la pandemia
La vida de Mario Salcedo en el mar no ha estado exenta de obstáculos. Durante la pandemia de COVID-19, su rutina se vio interrumpida cuando los puertos comenzaron a desconfiar de la transmisión del virus a bordo de los cruceros.
Salcedo se vio obligado a permanecer confinado en el barco durante 15 meses, una experiencia que él mismo califica como «horrible». Sin embargo, una vez que las restricciones se relajaron, reanudó su vida a bordo, demostrando su capacidad de adaptación a los desafíos que se le presentan.
Beneficios de la vida a bordo
A pesar de los altibajos, Salcedo se mantiene firme en su elección de vivir en un crucero. Según él, este estilo de vida le ha permitido eliminar todas las «actividades sin valor agregado» de su día a día, como limpiar, cocinar o hacer las tareas del hogar.
Además, vivir en un crucero le brinda una sensación de libertad y tranquilidad que difícilmente podría encontrar en tierra firme. Lejos de las preocupaciones y responsabilidades de la vida cotidiana, Salcedo puede dedicarse a disfrutar de sus pasatiempos, a relajarse y a conocer a nuevas personas.
Desafíos y adaptación
Sin embargo, la vida a bordo también conlleva sus propios desafíos. Salcedo debe adaptarse constantemente a los cambios en los itinerarios, las restricciones de los puertos y las fluctuaciones de los precios. Además, la convivencia con cientos de pasajeros y tripulantes puede resultar agobiante en ocasiones.
Pero Salcedo ha demostrado ser un maestro de la adaptación. Ha aprendido a navegar estas aguas turbulentas, encontrando la manera de mantener su estilo de vida sin verse abrumado por los inconvenientes. Su determinación y su habilidad para encontrar soluciones lo han convertido en un verdadero experto en la vida a bordo.
Más allá de los cruceros
Aunque Salcedo ha encontrado su felicidad en el mar, su historia también invita a reflexionar sobre las posibilidades que existen más allá de los cruceros. ¿Cuántas otras formas de vida nómada o alternativa podrían existir, esperando ser descubiertas por quienes se atrevan a salir de lo convencional?
La experiencia de Salcedo demuestra que es posible encontrar la satisfacción y la libertad en los lugares más inesperados. Su historia inspira a pensar fuera de los esquemas tradicionales y a explorar nuevas formas de vivir que se adapten a nuestras necesidades y deseos individuales.
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